Cuando se enfrenta a un nuevo reto lleno de confianza, ¿qué le hace decirse a sí mismo: "puedo conseguirlo"?
Generalmente es la experiencia. Uno recuerda cómo triunfó con problemas anteriores y tal vez de alguna manera hayan sido parecidos. Este es nuestro ancla, la referencia a la que tenemos que remitirnos, y es está la que nos da la fe de que saldremos airosos del nuevo desafío. Recomendación: llevar un diario en donde dejemos constancia de los retos superados, y cada una de las realizaciones de la jornada por pequeñas que sean o parezcan.
Pero también este registro lo usaremos para consignar los pasos atrás que debemos dar para eludir inconvenientes y contrariedades.
¿Por qué llevar esto al papel? Porque sirven para adoptar un planteamiento de resolución de problemas y nos corrobora en el desempeño. En los momentos de dificultad que surjan en el futuro podremos siempre acudir a ese historial en que nos hemos mostrado capaces de superar incluso los reveses más duros.