martes, 27 de julio de 2010

6 - Abandone la noción de que sólo vale la pena jugar la partida para ganar.

Dese luego que hay que apuntar al éxito, si no para qué tanto esfuerzo. Y cuando el éxito se alcanza hay que celebrarlo. Pero si sólo eso es lo que nos importa, cuando tengamos una decepción o un dolor, difícilmente lo toleraremos. Un revés ocasional no nos debe marcar permanentemente.
Entonces es aconsejable fijarse en el proceso, y no sólo en el premio. 
Dese el gusto de disfrutar la satisfacción de hacer bien el trabajo en todos sus detalles. Y concédase recompensas cada vez que haya superado alguno de los obstáculos que irán saliendo al paso.

sábado, 3 de julio de 2010

5 - Ponerlo en perspectiva

Cuando vivimos una situación, y "no nos va bien", la sensación de haber fracasado nos parece lo más grave del mundo. Entonces en ese momento, y antes de caer en la desesperación y la desesperanza, tenemos que hacernos la siguiente pregunta: esto que me pasa hoy, ¿tendrá tanta importancia dentro de diez años?
Y antes de responder la pregunta cabe hacer una pequeña reflexión. Considere ocasiones anteriores en que creyó haber fracasado.
¿Realmente fueron tan desesperadas como parecieron entonces?
¿Y los testigos, cree que lo han juzgado por ello?
Analice: Usted mismo, ¿dedica su tiempo a vigilar los fallos de los demás para tenerlos en cuenta toda la vida?
Por supuesto que no. Lo más probable es que incluso las veces que nos pareció quedar en ridículo apenas se fijase nadie y además lo habrán olvidado desde entonces.