La contrariedad se vive como un fracaso, y la experiencia del fracaso da rienda suelta a un montón de pensamientos negativos. Cada vez que tengamos un reto similar al que el que propició el fracaso, nos resistiremos a enfrentarlo. Nos protegemos de esa manera de volver a pasar por una experiencia igual. Y a la vez comenzamos a imaginar que el resto de las personas están observando nuestra ineptitud, nos juzgan y nos condenan.
Es tan triste como cierto: el fracaso deja más huellas y además huellas más profundas que los éxitos. Si una conducta es percibida como una metedura de pata, la misma hace dudar de uno mismo anulando incluso toda una larga serie de victorias.
El fracaso, ¿qué es en realidad? Vistos en forma positiva, los fracasos no son sino simples contrariedades que se nos presentan en el camino, son retos que debemos superar.
Veamos algunos ejemplos:
· * Recibimos un encargo pero nos plantea un problema imprevisto.
· * Necesitamos financiamiento adicional pero nos deniegan el crédito.
· * Se produce una vacante a nivel superior pero prefieren a otro candidato,
· * Perdemos un contrato importante.
· * Se reestructura la empresa y nuestro puesto de trabajo figura entre los que desaparecen.
Vemos los dos primeros ejemplos y considerémoslos como retos. Y si son retos, ¿Por qué también los demás? Desde luego que no conseguir un ascenso sí reviste mayor carácter de revés personal y rechazo. Si se pierde el empleo repercute y se complica con la posible inminencia de cambios en la vida de uno, cambios que además pueden volverse profundos. Pero si los miramos desde la perspectiva correcta, todos ellos son desafíos. Ninguna de estas contrariedades o “fracasos” son motivo valedero para tirar la toalla.
La verdad es que el juez más severo con respecto a nuestra actuación somos nosotros mismos. Los indicios para el veredicto que tanto va a repercutir en nuestra autoestima muchas veces suele ser muy débil.
La vida nos presenta continuamente desafíos que debemos sortear. Más vale que nos hagamos fuertes y tomemos las herramientas necesarias para para hacer frente a las situaciones desfavorables, porque seguro se presentarán. No hay que pensar que sólo a uno le pasan cosas malas, a todos les pasa, el tema es cómo cada uno asume el trance.
ResponderEliminarTe dejo saludos y gracias por los consejos.
Muchas Gracias Total