Cuando vivimos una situación, y "no nos va bien", la sensación de haber fracasado nos parece lo más grave del mundo. Entonces en ese momento, y antes de caer en la desesperación y la desesperanza, tenemos que hacernos la siguiente pregunta: esto que me pasa hoy, ¿tendrá tanta importancia dentro de diez años?
Y antes de responder la pregunta cabe hacer una pequeña reflexión. Considere ocasiones anteriores en que creyó haber fracasado.
¿Realmente fueron tan desesperadas como parecieron entonces?
¿Y los testigos, cree que lo han juzgado por ello?
Analice: Usted mismo, ¿dedica su tiempo a vigilar los fallos de los demás para tenerlos en cuenta toda la vida?
Por supuesto que no. Lo más probable es que incluso las veces que nos pareció quedar en ridículo apenas se fijase nadie y además lo habrán olvidado desde entonces.
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